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¿ALGUNA VEZ VISTE A ALGUIEN EN UNA SITUACIÓN DE NECESIDAD Y pensaste: ¿Qué habrá hecho para estar en esa situación?
Por desgracia, tendemos a juzgar a los demás por las apariencias, pero no debería ser así. ¿Qué tal si hacemos un ejercicio de empatía?
1. Intenta ponerte en el lugar de la otra persona.
2. Imagina qué tipo de dolor, pérdida o trauma pudo haber provocado que la persona se encuentre en esa situación.
3. Busca alguna forma en la que puedas ayudar.
En la parábola del Buen Samaritano, vemos un ejemplo de verdadera compasión. Él no sabía qué había hecho el hombre herido para estar en aquella condición, pero no lo juzgó, simplemente lo acogió y le mostró misericordia.
ES TIEMPO DE ACTUAR: Piensa en alguien que necesite tu ayuda. Puedes ayudar a una persona o a una familia en necesidad, quizás donando comida, ropa y libros, o incluso escuchando a alguien que esté sufriendo. Intenta tener el verdadero espíritu cristiano del Buen Samaritano. Ve y haz lo mismo que él. No te arrepentirás.
¿Has orado por una persona o un familiar desde el 26/5? Si has registrado tus acciones en favor de esa misión, hoy es el día de regalarle a esa persona tu cuaderno especial.