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EN 2007, LA ASOCIACIÓN NORTEAMERICANA DE PSICOLOGÍA publicó un documento en el cual constaban denuncias sobre la hipersexualización de niños y niñas en las sociedades modernas. Han pasado muchos años y todavía no es posible observar movimientos contra esta ola que arrastra cada vez a más niños y adolescentes. Es fácil comprobarlo accediendo a las redes sociales, especialmente a aquellas con videos e imágenes. Allí, es posible observar el triste cuadro de adolescentes de 14 años o menos exponiéndose con poses inapropiadas o con una «adultización» intencional.
Este comportamiento no solo impide que los adolescentes pasen por etapas esenciales de su desarrollo, sino que anticipa experiencias que pueden acabar siendo perjudiciales.
En un entorno como el de las redes sociales, en el que los usuarios son a la vez productores y consumidores de información, es muy importante evaluar lo o que se ha producido y consumido. Hay que examinar lo que es bueno y alejarse de toda forma de mal.
¿Y qué se puede hacer en este sentido?
* No expongas tu cuerpo en las redes sociales.
* Evita acceder o seguir perfiles que tengan este patrón de publicaciones.
* Da un buen ejemplo en un mundo cada vez más perdido.
Examinar lo que es bueno y alejarnos del mal es un consejo bíblico que debería seguirse en todos los ámbitos de la vida. Actuar según la Palabra de Dios no solo nos protegerá del mal, sino que nos permitirá entender con mayor claridad lo que Dios quiere revelarnos.