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COMO UN SUEÑO PROFUNDO

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«Entonces Dios el Señor formó al hombre de la tierra misma, y sopló en su nariz, y le dio vida. Así el hombre se convirtió en un ser viviente» (Génesis 2:7).

Con una hoja de papel, un pincel y un poco de leche, puedes hacer un dibujo invisible. Crea una imagen utilizando la leche como pintura y déjala secar. A continuación, pídele a alguien que intente adivinar lo que has dibujado. Luego, con la ayuda de un adulto, mete la hoja en el horno precalentado 150 grados durante 10 minutos. La leche seca es invisible, pero se vuelve marrón cuando se calienta, revelando lo que has dibujado.

ALGUNOS CREEN QUE LOS QUE MUEREN son como el dibujo invisible del experimento de hoy. Es decir, que sus almas siguen existiendo, pero que solo aparecen cuando es necesario. Sin embargo, esta idea no tiene base bíblica. En Génesis 2: 7, tenemos esta revelación:

Polvo de la tierra + Aliento de vida = Ser viviente

En otras versiones de la Biblia, la expresión «ser viviente» es sustituida por «alma viviente» . Eso significa que, cuando Adán fue formado, no adquirió un alma, sino que se convirtió en un alma. Por tanto, lejos de significar un espíritu flotante, el término «alma» en la Biblia es simplemente un sinónimo de persona viva.

El alma, contrariamente a lo que muestran algunas películas y juegos, no es una entidad capaz de vivir independiente de nuestro cuerpo.

El alma muere (Ezequiel 18: 4, RV95), perece (Mateo 10: 28), es eliminada (Éxodo 31: 14, RVA) y totalmente destruida (Josué 10: 28). ¡No es inmortal!

Sin embargo, al aceptar el sacrificio de Jesús, la muerte ya no es el fin; es como un sueño profundo mientras esperamos la resurrección. ¡Que la verdad de esta esperanza llene tu corazón y que VIVAS CON LOS OJOS PUESTOS EN LA ETERNIDAD!

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