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EL ASCO ES UNA EMOCIÓN DIFÍCIL DE CONTROLAR. Es causado por algo que nos parece repugnante. Cuando sientes asco, arrugas la nariz para no oler, cierras los ojos para no ver y, muchas veces, corres para evitar por completo, lo que te está ocasionando el disgusto. En otras ocasiones, puedes sentir ganas de vomitar, nerviosismo y ansiedad.
A los niños de tu edad, les da asco: los alimentos descompuestos, alimentos que no les gusta su sabor, el olor del bote de basura, el vómito de otros niños, insectos y animales como las ratas, los lugares sucios.
La Biblia nos enseña que las malas acciones también producen asco y desagrado, pues hieren y lastiman a las personas que nos rodean. Decide ser un niño que realiza buenas acciones para agradar a Dios y a los demás.
Actividad: Realiza una lista de objetos y alimentos que te ocasionan asco.
Oración: Querido Padre, ayúdame a eliminar las malas acciones de mi vida.