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DANIEL, ANANÍAS, MISAEL Y AZARÍAS eran príncipes de Jerusalén. Un día, el ejército de Babilonia destruyó su ciudad y los sacaron de sus hogares para ser llevados cautivos al palacio de Babilonia y trabajar ahí. Fueron recibidos por el encargado del rey, indicándoles la comida que deberían ingerir. Sin embargo, ellos no quisieron comerla, pues eran alimentos que dañaban su salud. Entonces, los jóvenes hebreos, solicitaron que les dieran verduras y agua por 10 días.
Cuando el tiempo terminó, el aspecto de estos cuatro muchachos era más fuerte y más sano que el de todos los demás jóvenes que comían de los alimentos del rey. Dios los recompensó con mucha sabiduría. Fueron más inteligentes que los demás, pues habían decidido alimentarse de la forma correcta, contribuyendo así con su buena salud.
Actividad: Aliméntate de muchas verduras y toma suficiente agua. Al finalizar el día, platica con tu familia cómo te sientes.
Oración: Querido Padre, ayúdame a elegir siempre alimentarme bien.